1. Arantzazu. El punto de encuentro será a las 9 horas en las inmediaciones de la oficina de turismo, próximo al aparcamiento y bajo el cartel indicativo del Parketxe. Desde aquí se accederá hacia la senda que conduce a las campas de Urbia.
2. Collado de Elorrola. La ascensión a Urbia, de 4 kilómetros de distancia, discurre por un camino bien acondicionado. Hoy es un clásico para los aficionados a la montaña y es el más transitado dentro de la oferta senderista de Gipuzkoa. Cruzando el bosque de hayas y pinos alerces se descubrirán algunos pequeños tesoros que la naturaleza ha conservado durante milenios: fósiles, estalactitas, etc. Al finalizar la ascensión cruzaremos el collado de Elorrola, situado entre las cimas de Zabalaitz y Gorostiarán.
3. Perusaroi. Se avanzará por la senda de la margen derecha de la cubeta de Urbia, Se trata de una senda cincelada por los cascos de las ovejas latxas y el ganado caballar. Surca la falda del monte Zabalaitz y atraviesa un enclave pastoril donde se podrá apreciar el estilo de vida de los pastores de Urbia. Se discurrirá próximo a los márgenes territoriales de Gipuzkoa y Araba siguiendo la línea formada por los mojones. Uno de ellos se sitúa junto a una piedra cenizal indicadora de que nos encontramos en el corazón de una majada, Perusaroi.
4. Urbia-Oltza. Representan el paisaje cultural del pastoreo de montaña más característico. Rodeados de lapiaces, salpicado de dolinas y sumideros, estos dos Poljes nos muestran la capacidad que ha tenido el ser humano para integrarse en total armonía con el medio natural. Los extensos pastos se abren a la vista del montañero y si el tiempo acompaña serán el lugar perfecto para hacer el hamarretako.
5. Collado de Iparbakotxe. En dirección oeste y sentido ascendente atravesaremos el fondo de Urbia y se alcanzará este collado situado a unos 1240 m de altitud. A modo de punto estratégico aquí la vista puede abarcar una panorámica del Parque de casi 360º. En este mismo lugar tiene comienza el descenso de la excursión.
6. Malla. Después de pasar el cruce conocido con el nombre de Eskista se bordea el sel de Malla. Cubierto por un impresionante bosque de abeto Douglas esconde uno de tantos megalitos del Parque, el túmulo de Malla.
7. Duru. Siguiendo en sentido descendente bordearemos esta majada de pastores que ha conservado su funcionalidad en el sentido más estricto de los seles o majadas pastoriles. En este enclave se puede apreciar el modelo más tradicional de la actividad de los pastores vascos. Desde este lugar tan sólo restan 20 minutos aproximadamente de caminata para alcanzar el punto final del recorrido.